Rabas, vermú y la tecnología en el mundo de la fotografía

Estaba el otro día comiendo unas rabas (calamares a la romana para los profanos) en una terraza tras una noche loca, cuando uno mis compañeros de correrías me hizo una pregunta a bocajarro:

"¿Que opinas de la relación entre la tecnología y la fotografia?"

En el momento le conteste sucintamente (no estaba para yo para exprimir mucho el cerebro), pero tras volver a ser persona le he estado dando vueltas y creo que la respuesta merece algo más que  una frase entre dos tragos de vermú.

Entiendo que su pregunta iba orientada no tanto en el sentido de que la complejidad de las cámaras fotográficas actuales, si no al hecho de que cada vez se le da mas importancia postproceso de las fotografías.

Tras reflexionarlo veo dos vertientes diferenciadas, por un lado la fotografia como arte y por otro como testimonio de la realidad (aunque en algunas tomas se den ambas). 

Llamemosle testimonio de la realidad, fotoperiodismo o como queramos, el hecho es que La facilidad a la hora retocar las fotografías sin que esa manipulación pueda ser detectada hace que la fotografia este perdiendo credibilidad como testigo imparcial. Si bien es cierto que esto ha pasado desde siempre (lo soviéticos eran expertos en eliminar de las fotografías oficiales a aquellos que habían perdido la confianza del régimen) es hoy en día cuando mas facilidades tenemos a la hora de modificar las tomas a nuestro antojo. Y poniéndose en modo paranoico eso da que pensar 'si eso lo puede hacer cualquiera en su casa con un PC y un Photoshop pirata, ¿que no podrán hacer las grandes empresas, periódicos y gobiernos con todos sus recursos?'. Todo ello sin entrar a hablar  de niñas que quieren ser como modelos de cuerpos imposibles.

Si entramos a considerar el papel de la tecnología en el mundo del arte fotográfico las opiniones son enfrentadas, hay quien defiende que la toma debe quedarse como sale de la cámara (muchas veces sin darse cuenta de que las propias cámaras a veces 'retocan' las fotografías por su cuenta) y quien defiende que tiene que haber total libertad a la hora de crear una obra de arte. Yo defiendo esta ultima opinión, para mi todo vale  a la hora de crear (no ya solo tomar) una fotografia si lo que se pretende es crear una obra de arte no un reflejo de la realidad.

Es cierto que yo no modifico exageradamente mis tomas (mas allá de variar el contraste, pasar a monocromo y algún efecto), pero es mas por desconocimiento técnico que por otra cosa. Alguna de las fotografías que mas me gustan están claramente retocadas, muchas de forma dramática. Con ello no quiero decir que todas las tomas tengan que ser modificadas, todo depende de lo que el autor quiera conseguir. En ocasiones algunas tomas son autenticas obras de arte según salen de la cámara, en cambio otras son irrecuperables por muchas horas de postproceso que se les dedique.

Esto pretende ser una simple reflexión, no pretendo convencer a nadie ni estoy por asomo diciendo que mis fotografías (retocadas o no) sean obras de arte. Soy el primero en reconocer mis limitaciones y todo el camino que me queda por recorrer.

Como siempre cualquier comentario es bienvenido, da igual que sea para mostrar su acuerdo conmigo o para todo lo contrario.

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